Hace poco Majo Morales me pidió tomarle fotos a un grupo de perros recién llegados al albergue Wasi Wau. Nunca imaginé que su lora se terminaría robando el show.
Hace unos años Majo decidió hacer por los animales sin hogar algo más que sentir pena por ellos. Se juntó con otras personas, animaleros como ella, y fundaron el albergue Wasi Wau. Han pasado varios años y el número de perros que han rescatado y dado en adopción es importante, pero en el camino, también ha ayudado a otros animales sin hogar. Perla es uno de ellos.
En casa de Majo, nadie sabe exactamente qué edad tiene Perla, solo saben que llegó hace poco más de 5 años.
Majo cuenta que un día se la vendieron a su hermano. Su esposa nunca la quiso, pero su papá, Juan José Morales, sí.
“Así que terminó en mi casa y se adaptó al toque. Ama a mi papá”, cuenta Majo.
Perla llegó en un jaulita pequeña, así que le buscaron una jaula donde estuviera más cómoda. Finalmente le encontraron una bien grande, acondicionada para protegerla del frío, pero Perla prefiere estar libre. Se pasa la mayoría del tiempo lejos de la jaula, excepto cuando hay perros cerca posando en sesiones de fotos para conseguir familia.
“Perla es muy graciosa. Le encanta estar con mi papá, lo acompaña a hacer sus tareas de la casa y hasta duerme con él. Se mete en su pijama, se acomoda en su pecho y si él se mueve, ella se molesta”, dice Majo entre risas.
Perla no vuela porque sus anteriores dueños le cortaron las alas. Tampoco habla, pero canta, silba y hasta ladra. Por qué será.
“A veces se va de casa siguiendo a mi papá y silba desde lejos para que vayamos por ella, y cuando yo la llamo, ella responde con su silbido”, cuenta Majo.
El día de la sesión de fotos, mientras tomaba las fotos a los perros, Perla robaba cámara con sus gritos espontáneos. Al final terminó robándonos por completo a todos cuando se quedó tiesa sobre el suelo luego de que Majo gritara “¡Bang!”
“¡Sabe hacerse la muerta! Jajaja… Es muy inteligente”, dice Majo.
Si bien la tarea ese día fue retratar a 5 perros y hacerles buenas tomas que conquistaran el ojo y el corazón de potenciales adoptantes, no pudimos evitar sumar a Perla en la sesión. Le pedimos que nos regalara su mejor pose y nos terminó regalando varias, las que compartimos en este post.
Pese a querer a Perla, así como también quiere a su tortuga Truly, Majo no recomienda tener este tipo de animales en casa.
“Aquí están bien, sí, sin embargo éste no es su hábitat natural. Pero bueno, ambas llegaron por casualidad y las terminamos adoptando. De hecho tuvieron suerte de llegar a esta familia”, dice Majo.