Uno de los trabajos más motivadores que me ha tocado hacer desde que empecé a tomar fotos profesionales es descubrir y revelar la mejor cara de aquellos perros que están en busca de una familia que los quiera bien y para siempre.
No me dedico exclusivamente a tomar fotos de perros. Mi portafolio muestra desde sesiones con mamás primerizas, bebes y familias en la playa, hasta campañas publicitarias y reportajes de prensa. Todas son especiales, aunque el saber que con tu cámara tienes la posibilidad de transformar la vida de un animal sin familia, es una responsabilidad que lleva una cuota extra de motivación.
Hoy en día, mucha gente usa las redes sociales para postear fotos de animales perdidos o en busca de un hogar. Felizmente no son la única vitrina para estos animales. También hay plataformas como WUF y Matchcota que cuentan con vitrinas virtuales para facilitar el proceso de adopción.
La primera vez que retraté a perros sin hogar fue en el albergue Voz Animal. Pamela Navarrete, co fundadora de Matchcota, me habló de 6 perros que necesitaban exposición. Así fue que conocí a Sebastián, Rocky, Lucas y una guapísima perrita tuerta cuyo nombre no recuerdo.
No fue fácil, los perros no estaban cómodos y costó relajarlos para lograr una toma decente. Felizmente quienes me asistieron ese día ya conocían algunas mañas, como sentarlos a punta de paté de hígado.
Esa experiencia me ayudó con las siguientes sesiones en los albergues Vida Digna y Wasi Wau. La idea era la misma: capturar al perro en su mejor pose frente a un fondo blanco. Algunas veces solo fueron 4 o 5 perros, otra veces hubo que fotografiar hasta 20 en una sola mañana.
Todo bien cuando es un perro tranquilo, pero agárrate si aparece un ‘caballo loco’. Ahí no solo toca hacer malabares con la cámara, sino cuidar que el perro no se tire abajo el estudio.
Las fotos de los perros de Vida Digna y Wasi Wau fueron para la galería de WUF, una Asociación sin fines de lucro que desde el 2015 trabaja promoviendo la adopción de perros y la tenencia responsable de mascotas. Mi historia con WUF da para mucho más, pero eso será en una publicación aparte.
Hay quienes creen que tomar una foto es sinónimo de acomodar bien el ‘smart phone’ y tocar el disparador en la pantalla. En realidad la expectativa, generalmente exige mucho más. Hay todo un sistema que depende de esa imagen, especialmente cuando hay seres que cuentan con su mejor retrato para empezar a aspirar por una vida más digna.